JOHN CAGE - 4'33''
Cage utiliza el tiempo, la rítmica, para organizar la estructura musical, y no la tonalidad, porque esta deja por fuera de lo musical al ruido. Al perder lo tonal, la música incorpora al ruido como instrumento. En 4’33’’, nos propone repensar el concepto de silencio, desvinculandolo de la tradición académica clásica. El silencio no significa ausencia de ruido, sino que contiene el ruido. Los sonidos del ambiente, de la audiencia, quedan integrados en la obra, son parte de ella. Y con ellos, irrumpe en la obra lo imprevisible, la obra está fuera de la estructura plasmada por el artista y el intérprete.


“Si una cosa os aburre durante dos minutos, intentadlo con cuatro. Si todavía os aburre,
intentadlo con ocho, dieciséis, treinta y dos, y así sucesivamente. Puede que no sea aburrido, sino
todo lo contrario”
LA INEXISTENCIA DEL SILENCIO
Intentando captar el silencio en forma de audio mi percepción sonora se vio afectada. Mi atención se dirige hacia los ruidos del ambiente que no registró de manera consciente. El concepto de silencio que utilizamos normalmente implica suprimir cualquier tipo de ruido que se filtre en la escucha, pero nunca será posible la ausencia total del sonido.



4'33'' - MOVIMIENTO I
PERDER LA FORMA HUMANA
El ruido fluye en el espacio armando un entramado que desborda los límites la estructura musical tradicional.


Usé fragmentos de voces para armar un collage sonoro y crear una experiencia desorientante, dando una sensación de inmaterialidad de las formas. Las voces parecen converger desde diferentes lugares y estados emocionales, creando así una trama de sonidos donde la forma humana se desdobla y, por momentos, se rompe.